Soy o te soy,
estoy o te estoy,
piso o te piso,
como o te como...
Ella dice: ¿Cómo estás? Y de pronto estoy ante la vida y ante la muerte.
Y Mari Luz, la antropóloga vasca feminista me apercibe de los itinerarios corporales. Mi cuerpo atravesado de cultura, traspasado, dañado.
La cultura cabalgando ciega y sin freno, a caballo del instinto que se siente: ¡Corre, ama! Y nosotros tratando de detener el tiempo. La cirujía, el botox, fotoshop borrando las huellas de lo humano.
Mi abuela fué a la peluquería en la mañana antes de ingresar en el hospital para operarse la pierna. ¡Por favor no me ponga el gorro! - dice con indignación. Perdona, te robé la abuela. Tan sólo por azar no es la mía, pero también me pertenece.
Me siento un cuerpo que deviene. Si no me pesara tanto la cabeza no me daría con ella en el fondo del río.
Sí Carmen. Como, como y paladeo por siempre...